Búsqueda

"La televisión ha hecho maravillas por mi cultura.
En cuanto alguien enciende la televisión, me retiro y leo un buen tebeo".

(Groucho Marx, de niño)


Iruña Sumergida (Hurrikrane) Me interesa un ejemplar

Sacamantecas (Altu y Hurrikrane) Me interesa un ejemplar

lunes, 10 de junio de 2013

From Hell, de Alan Moore y Eddie Campbell: la siniestra sombra de la sinrazón

¡Cómo pasa el tiempo! Si te despistas un poco estás perdido. Menos mal que en esta entrada vengo con uno de los grandes títulos del cómic. Hace unos meses fue mi cumpleaños y mi mujer me regaló el volumen de From Hell editado por Planeta. Ya había leído la historia, pero llevaba un tiempo lanzando indirectas sobre que quería tener el ejemplar y, por lo que se ve, dieron su fruto. 
La primera vez que leí From Hell me quedé boquiabierto por el planteamiento tanto argumental como gráfico. A primera vista, las páginas de Eddie Campbell no entran por los ojos. Parecen algo burdas, si se me permite el atrevimiento. Pero una lectura detenida y relacionada con el argumento ideado por Moore, hacen que todo cambie y que uno se dé cuenta de lo simples y desafortunadas que son muchas veces las primeras impresiones. A cada página, la historia cobra sentido y las viñetas adquieren una voz propia, los personajes comienzan a vivir y, lo que es peor, a sufrir el drama que asoló durante unos días ese oscuro barrio londinense, sus calles y tugurios. Y es que la parte gráfica de From Hell le va como anillo al dedo. Tiene ese punto de bosquejo, de apunte rápido tomado al ritmo frenético de los acontecimientos por aquellos corresponsales gráficos que ilustraban los periódicos y revistas de finales del siglo XIX. 
Hay páginas memorables en From Hell, viñetas que por sí mismas te narran una parte de la historia y efectos de guión que sorprenden. Debo reconocer que la presentación física del Dr. William Gull (página 64 de la edición mencionada) me puso, me pone y me pondrá siempre los pelos de punta. Ese capítulo segundo, "Sumido en la oscuridad", es toda una lección de guión y por sí sólo vale todos los premios que ha recibido la historia. 
De Alan Moore, pues qué decir. El cabrón es un genio. Todo lo que tiene de excéntrico y de tipo raro lo compensa con su capacidad para idear historias y para narrarlas con un punto de vista siempre novedoso y atractivo. Su V de Vendetta, su Watchmen o su Liga de los caballeros extraordinarios, por citar los títulos más famosos, junto a From Hell, son suficientes para decir claramente, como señalan algunos listados de "Los mejores...", que es uno de los grandes de los guiones de cómics. Personalmente creo que las adaptaciones fílmicas de sus obras son buenas, aunque la del título que nos ocupa, que va bien como película, palidece un poco ante la lectura de la obra original, que presenta un sinfín de matices y un planteamiento argumental algo diferente. Se ve que el aspecto del comisario Abberline no era del gusto hoollywoodiense y nos colaron en el papel a Jonny Depp, aunque no lo hace mal. El que sí que está bien es Ian Holm en el papel del Dr. Gull.  Claro que, a modo de guiño cinéfilo, Alan Moore bien podría pasar por el mismísimo Saruman. 
From Hell no es sólo una historia muy documentada sobre Jack el Destripador, sino que se trata de una precisa disección de la sociedad londinense de finales del siglo XIX y, muy especialmente, de la más humilde y desfavorecida, sobre la que se suelen cebar casi siempre todos los males.
Si bien los asesinatos en Whitechapel y la consiguiente investigación policial tienen un evidente peso en este relato, resulta casi más interesante en él la descripción minuciosa de usos y costumbres callejeras que nos ofrecen Moore y Campbell. Esta es una novela gráfica con mayúsculas en la que se desarrolla un concienzudo trabajo de arqueología narrativa, reconstruyéndose con rigor una época, unos ambientes y los usos y costumbres de unas gentes que, por un tiempo, estuvieron amenazadas por la siniestra sombra del destripador. 
La historia de este personaje siempre me ha fascinado. ¿Quién fue el Destripador? Hasta Blue Oyster Cult le dedican una canción y resulta que es buenísima. Moore tira por la versión que señala que el tipo fue un médico de la corte de la reina Victoria, masón para más señas, que fue utilizado para cubrir un idilio del heredero al trono con una prostituta londinense que, al parecer, habría tenido descendencia bastarda, claro está, con derecho al trono. Fue otro, claro está, quien cargó con las muertes. Moore descodifica todas las versiones existentes y se centra en esta, con ayuda de un importante arsenal de libros y artículos que le sirven para desarrollar un aparato comentado al final de la edición, que ayuda a comprender algunas escenas. 
Destaca en From Hell el detenido estudio de los personajes. Moore no va al morbo, sino que éste es supeditado al estudio individual de cada uno de ellos. Aquí ya sabemos que tal o cual personaje va a morir. No se trata de esperar a ver cuando "palma", sino de que empaticemos con él a través de la descripción de sus dramas, de sus ilusiones y aspiraciones... Joder, visto así, Moore es un sádico. En serio..., no se trata de un asesino que destripa prostitutas sino más bien de un psicópata iluminado que asesina mujeres desgraciadas cuyas vidas nos son descritas y a las que hemos llegado a conocer y, en cierto modo, a querer. Quizá por ello, cada asesinato cometido por el Destripador nos llega a herir un poco a nosotros mismos. 
Moore y Campbell logran hacer de From Hell un alegato contra la misoginia, y no sólo la de la época victoriana, terrible, sino también contra la actual. Hay que reflexionar seriamente sobre este punto. Cada una de las prostitutas asesinadas no es una "escoria menos de la que preocuparse", como insinúan algunos personajes masculinos a lo largo de la obra, o incluso la propia reina Victoria, sino que cada muerte es, en realidad, el punto final a una vida, a unas esperanzas y a unas ilusiones, quizá difíciles de alcanzar pero, sin duda, vivificadoras y estimulantes. 
Quien se asome al drama de From Hell buscando vísceras y morbo barato se sentirá defraudado, aunque en la propia época hubo un morbo soterrado, una especie de merchandising obsceno en torno a los acontecimientos. Incluso a día de hoy se sigue practicando esto. Vamos, es como si aquí se organizara una ruta turística de los crímenes de Alcáser, con camisetas y pins. Obsceno, de mal gusto, execrable. En cualquier caso, quien busque esto mejor será que tire por lo gore, donde encontrará un mayor estímulo. From Hell no es la historia de un asesino; From Hell es la historia de unas mujeres asesinadas (Polly Nicholls, Annie Chapman, Liz Stride, Kate Eddowes y Marie Jeannette Kelly, a quienes está dedicada la obra) y de unas gentes que, por un tiempo, vivieron atemorizadas por una sombra cuya identidad aún sigue siendo un misterio. 
Como de costumbre, dejo aquí algunas páginas y animo a la lectura de este magnífico trabajo.


Portada, edición Planeta 


 Página 64, edición Planeta
 Página 73, edición Planeta

 Página 151, edición Planeta

Página 296, edición Planeta