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"La televisión ha hecho maravillas por mi cultura.
En cuanto alguien enciende la televisión, me retiro y leo un buen tebeo".

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lunes, 11 de enero de 2016

Todo el polvo del camino, de Wander Antunes y Jaime Martín

Realmente, escribo este blog por puro instinto, dejándome llevar por lo que me apetece leer en cada momento. Eso es lo bueno de no estar sujeto a ningún compromiso. Y no sé muy bien por qué, una tarde en la que no tenía otra cosa que hacer, me pasé por TBO y adquirí este ejemplar. Magnífica tarde esa.
La obra que nos ocupa fue editada en 2010 por Dupuis, con guión de Wander Antunes y dibujo de Jaime Martín (manejamos la edición de Norma Editorial, 2010). Ambientada en Estados Unidos, en 1929, en la época de la Gran Depresión, es una historia de gran dureza argumental pero de una enorme intensidad humana. El protagonista, Tom, un lobo solitario, (cuyo aspecto recuerda al de Ed Harris),"un fantasma que vaga sin rumbo por estos caminos tristes y polvorientos", acabará viéndose envuelto en una búsqueda, la de un muchacho y quizá la de su propia condición humana, en un mundo implacable con el débil y con el oprimido. La negación de la propia identidad, la violencia racial, los desahucios, la pérdida de los seres amados, de su esposa Martha, obligan a Tom a recorrer los caminos en busca de una oportunidad que no llega y que cuando lo hace no es tan gratificante como se esperaba. El Sr. Hammond, a quien Tom socorre en la carretera, pedirá a éste que localice a su hijo, Buck, un pillastre con el que Tom ha coincidido previamente y cuya compañía a rechazado, obsesionado con las historias de Jack London, al que tendrá que buscar. Esta búsqueda no sólo será material sino también personal. 
La historia de Tom es la de muchas personas que de la noche a la mañana han visto desmoronarse su existencia. Su familia, su hogar, su trabajo... ¡siempre el puto trabajo, siempre el puto dinero! Gente que se aprovecha de las penurias ajenas, personas que tratan de sobrevivir en plena jauría humana, mendigando algo que llevarse a la boca o simplemente un poco de afecto. Gente que camina sola por páramos silenciosos o en medio de una muchedumbre sorda, ciega y muda. Y siempre hay algún cabrón que saca partido del drama ajeno y que encuentra en éste un filón, yendo en contra del más débil, del desvalido, como el pobre Danny Brown, un hombre al que ejecutan por el simple hecho de ser negro, sin que sus verdugos sepan siquiera su nombre. 
Todo el polvo del camino es una historia narrada muchas veces, en épocas diferentes. Es un relato de soledad y de lucha, de encuentro y de amistad, de maldad, de la infame crueldad del que se cree más fuerte hacia el que se considera más débil. Tom es un lobo solitario, pero no al estilo de Herman Hess, autodestructivo, tampoco como se comprende últimamente a estos "lobos solitarios", en plan kamikaze hijoputesco, cabrón y fanático, que quieren irse de este mundo llevándose a cientos de inocentes con ellos. No, el lobo solitario de esta historia busca sobrevivir, primero de forma egoista, aunque poco a poco más humanamente.
En la parte más técnica, se trata de un buen trabajo, muy bien documentado, que recrea de manera verosímil la América profunda, sus espacios y sus gentes. Esto se logra en gran medida gracias al apoyo gráfico que ofrece el trabajo de los grandes reporteros de la época como Walker Evans, Dorothea Lange o Ben Shahn, entre otros. Jack London y John Steinbeck, autor de Las uvas de la ira, libro que fue adaptado al cine con el  mismo título por John Ford, con Henry Fonda como protagonista, también están presentes.  
El brasileño Antunes elabora una interesante historia en torno al protagonista con abundantes detalles sobre la América profunda durante la Gran Depresión. Se revela además como un autor metódico que elabora sus guiones en forma de storyboard, apuntando al dibujante no sólo la trama sino también alternativas de composición de página y de encuadres de escenas, que han sido respetadas en buena medida por el dibujante. Éste, Jaime Martín, viene postulándose desde hace algunos años como uno de los autores más interesantes del panorama nacional con trabajos como Sangre de barrio (1989-2005), Invisible (2004), Lo que el viento trae (2007) o Las guerras silenciosas (2014), entre otros. 
No es una historia sencilla de digerir, pero una vez digerida, deja un magnífico sabor de boca.
Dejo aquí una entrevista al autor en la que habla, entre otras cuestiones, de este trabajo: Entrevista con Jaime Martín.