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miércoles, 28 de julio de 2010

DE UN TALLER DE CÓMICS Y NUEVO S ENCUENTROS

Voy a dejar los mangas por un tiempo, aunque necesariamente volveré a ellos más adelante. Hoy le toca el turno a un episodio bastante interesante y que me ayudó no sólo a leer cómics sino también a conocer muchos títulos y autores hasta entonces ignorados por mí.
Fue mi padre quien me dio noticia de un taller de cómics organizado en la Casa de la Juventud de Pamplona. Yo, por aquel entonces, era un chaval tímido que leía tebeos, veía dibujos animados y seguía leyendo tebeos, cuando no jugaba al spectrum. También dibujaba y, por supuesto, me atrevía a empezar historietas; y digo empezar porque nunca las acababa. Me faltaba método, así que aquel taller pintaba muy bien, y luego comprobé que sus profesores lo hacían aún mejor.
Las clases duraron, si no me equivoco, un semestre, más o menos, y tenían lugar los miércoles a la tarde y los sábados a la mañana. Allí nos juntamos un grupo de chavales de lo más variopinto. Empezamos muchos, y acabamos menos. Fue una experiencia muy interesante, sin duda.
No recuerdo los nombres de los profesores o, al menos, no de todos. Sé que por allí estaba J. J. Aos, Txuma Istúriz, Jordi y Manuel Álvarez. En www.detritustremens.blogspot.com hay una dibujo de Jali en el que aparecen todos, y alguno más. Reconozco que con ellos comprendí mucho de los secretos de elaborar cómics y aprendí mucho sobre autores y personajes de lo más variado.
Recuerdo perfectamente que las clases de los miércoles, a las que yo acudía con mi uniforme opusianeril, comenzaron dedicadas a la historia del cómic y por ellas, ilustradas con diapositivas desfilaron The Yellow Kid, de Outcault, Little Nemo, de McCay, The Spirit, de Eisner, Terry y los piratas, de Milton Caniff, Makoki, de Gallardo y Mediavilla, el gato Fritz, de Crumb, Los Freak Brothers, de Shelton, la Valentina, de Crepax, y muchos otros autores como Moebius, Manara, Pratt, Hergé, Uderzo y Goscini, sin olvidarnos de autores de aquí como Carlos Giménez, Bernet, etc.
No sólo de historias vive el hombre sino también de conocimientos prácticos, así que allí nos explicaron cómo elaborar guiones, cómo dibujar cuerpos, perspectivas, efectos de luces y sombras, planos generales, primeros planos, picados y contrapicados, aguadas, tramas, y muchos otros sabios consejos. Y para ello nos ponían ejemplos de historietas conocidas donde superhéroes y mangas se daban la mano en armónica función didáctica para asombro de unos chavales que se miraban entre sí pidiéndose el último dato aportado: "¿qué a dicho, qué a dicho del plano general...?"
Ni que decir tiene que pronto pusimos en común nuestros intereses y que nos intercambiamos historias y experiencias. Fue allí donde conocí muchos títulos de manga y donde por primera vez vi Akira, de Otomo.
Los sábados eran otra cosa ya que dedicábamos la mañana a taller, es decir, a elaborar nuestras historietas. Por más que he buscado no he logrado encontrar una que realicé, muy influenciada por la estética manga. Quizá demasiado. Aunque sí que he localizado otra, realizada por fechas cercanas, que publico aquí y para la que tan sólo espero misericordia. La influencia del manga y de Pulp Fiction son más que evidentes, pero es que yo por aquel entonces, era un niño muy impresionable.
Volviendo al taller de los sábados, allí dibujábamos o al menos lo intentábamos. La idea del curso era que cada uno elaborase una historia de cuatro páginas que después formaría un fanzine. Creo que no llegó a realizarse, o no al menos con nuestros trabajos. Allí materializábamos el guión que habíamos preparado concienzudamente. Primero distribuíamos la página y delimitábamos las viñetas. Después, de acuerdo al guión, dibujábamos las viñetas a lápiz, algunas de las cuales habían precisado algún boceto previo. Luego definíamos bien los dibujos y llegaba la hora de la verdad: el entintado. Los más adiestrados se atrevían con aguadas y tramas y era entonces cuando las páginas cobraban fuerza. Todo se hacía bajo la atenta mirada de los profesores que, en mi caso, estoy seguro que decían para sus adentros: "buena manera de cargarse una página". Pero ahí estábamos, con ganas e ilusión, creando, dando forma a nuestras historias. Y todo fue bien hasta que un buen día aparecieron los profesores con sus historias y entonces ahí se me cayó el cielo encima. Por qué. Pues porque aquello sí eran historias, con páginas bien planificadas, bien elaboradas, con guiones y dibujos fenomenales. Algunas de ellas están publicadas en la referida página de Detritustremens. En concreto me dejaron flipando, lo recuerdo perfectamente, las historietas de Txuma Istúriz, Aos, Jordi, Álvarez pero, sobre todo, Jali con su hijo bastardo de Peter Pan. Dios, aquello sí que eran dibujos. Y encima, para colmo, una mañana un tal Yon apareció allí y se cascó en cero coma cero segundos una caricatura de uno de los profesores que nos dejó alucinados. Por entonces, este dibujante estaba preparando una historieta titulada "Afición o adicción", centrada en el mundo de los videojuegos y de las consecuencias que puede tener su excesivo consumo, que me dejó boquiabierto. Luego supe que esta historieta ganó el primer premio de un concurso de cómics organizado por el Departamento de Juventud al que yo me presenté con una historia de duendes, que al menos fue finalista y se expuso en el Planetario. Todo un logro para mí.
En fin, fue un curso enriquecedor. Allí aprendí mucho de cómics y comprendí que había un mundo más allá del manga. Aos nos habló una mañana de una revista con historietas delirantes en las que un pollo gay, amante de un limón, era acusado de haber cometido varios asesinatos en el Valle de las Zarzamoras, que en realidad eran debidos a un topo heavy adolescente psicópata, mientras que un caracol policía y su compañero, una mariquita folladora, se debanaban los sesos tratando de resolver el caso. Una pulga prostituta, un curioso grupo de malechores formado por una termita, un elefante y un murciélago falto de luces, las moscas del apocalipsis, las ant patrol,
un pez explorador, etc., terminaban de componer aquella particular fauna mondolirondense que me hizo pasar tan buenos raticos.
Lástima que perdiera la relación con aquellas personas. Al tiempo me encontré por la calle con uno de los profesores, y me dijo que estaban preparando una revista y que me animara a dibujar algo. Desgraciadamente para mí, aquello cayó en saco roto. Una vez más, comencé una historieta que no terminé.

6 comentarios:

  1. Joder, no deberías decir tanta cosa buena de nosotros, no sea que la gente vaya a pensar mal. Me alegra ver que aquello sirvió aunque fuera un poco...
    Por lo de no terminar las historias, no te preocupes, yo también tengo unas cuantas. Más adelante ya las iré sacando a la luz en Detritus Tremens, para mi vergüenza y el disfrute ajeno.
    Un saludo.

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  2. Bueno, es que tengo un buen recuerdo de aquellos años inocentes y la verdad es que lo pasé muy bien en aquel taller. Aprendí mucho y me abristeis la mente, más allá del mundo manga en el que me encontraba instalado, aunque eso sí, he regresado a él en muchas ocasiones.

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  3. Yo no soy muy mangaka, pero sí que me gustan algunos, y algunos mucho (Ikegami es la hostia). Es lo bueno que tiene, de tantos temas que trata y tan variados, es difícil no encontrar uno o varios con los que sintonizar.

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  4. Ahí le has dado. Ikegami es de los que marca la diferencia. Te recomiendo también -aunque seguro que lo conoces- Taniguchi, muy intimista y con temas cotidianos, y Tsutomu Nihei, aunque sea sólo por los dibujos espectaculares que realiza, pese a la edición microscópica de Glénat, que me haya hecho ganar alguna diotría.

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  5. A Taniguchi ya lo tengo controlado, y a Tsutomu Nihei le daré una oportunidad en cuanto acabe el Monster de Naoki Urasawa.
    Lo que no había comentado tu historia, y la verdad es que me he reido un rato con las andanzas de estos dos gangsters. Te has currado los dialogos, muy vivos; y sí, se notan las influencias (y las referencias), pero no te quites merito por ello.

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  6. Pues gracias por tu opinión. A ver si me animo a publicar alguna cosa más. Y mis felicitaciones por tu blog.

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