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"La televisión ha hecho maravillas por mi cultura.
En cuanto alguien enciende la televisión, me retiro y leo un buen tebeo".

(Groucho Marx, de niño)


Iruña Sumergida (Hurrikrane) Me interesa un ejemplar

Sacamantecas (Altu y Hurrikrane) Me interesa un ejemplar

martes, 16 de febrero de 2021

Reverberación, de Tsutomu Takahashi, manga a ritmo de rock ´n roll

El argumento es, en apariencia, sencillo: un muchacho llamado Satoru es vecino de anciano, llamado Segawa, que resulta ser un ex miembro de la yakuza y que cuenta con varios cadáveres en su haber. El hombre está en las últimas y pide al joven que le mate a cambio de una suma de dinero, cinco millones de yenes -que no sé cómo andan al cambio- y el compromiso de entregar donativos a las familias de las víctimas. Satoru, que se muestra reticente a darle boleto al ex mafioso, finalmente accede a pegarle un tiro. A partir de aquí, todo se precipita, en especial en el momento que se dirige a la sede del clan yakuza Dojo donde es secuestrado por un tipo con un pequeño problema de sociopatía y es ayudado por Daigo, una joven morena de pestañas largas que resulta ser un travestí. Entre este y Satoru surgirá una relación amor-odio, sobre todo cuando consigan salir de las entrañas del clan y de su desalmado jefe.















Hasta aquí el primer tomo de esta miniserie de tres números, de este mangaka aclamado por trabajos como Neun que, como Reverberación, está publicado por Norma Editorial. 

Takahashi, en cuyo estudio trabajo Tsutomu Nihei, es un autor gráficamente muy interesante cuya obra se caracteriza por su expresividad, los ambientes cargados e intensos y un dinamismo a base de baquetas de rock n´roll. Y es que él mismo se expresa de este modo en el documental que le dedica Naoki Urasawa, padre de Monster, y que enlazo aquí. En él, el maestro revela el método seguido en la elaboración de algunas de las páginas de Reverberación. Todo un disfrute para los y las amantes del  buen cómic:




A disfrutar,,,

  


sábado, 6 de febrero de 2021

Revista cultural El Mono, febrero 2021

Cuando Alberto me propuso participar como portadista del número de febrero de la revista cultural El Mono, lo reconozco, se me pusieron de corbata. El nivel era alto, dado que la portada de la revista viene acogiendo a muchos de los nombres más significativos de la ilustración y el dibujo. Todo un reto. Pero para eso están. 

"El aire en movimiento", ahí es nada. 

Además, en las páginas interiores se publica una entrevista a Altu y a un servidor en la que hablamos del proyecto Sacamantecas y de nuestras cosicas. 

A Alberto y al equipo de la revista, gracias!!! 


Revista cultural El Mono, 86 (febrero de 2021)


Proceso de una portada

En un primer momento asocié el aire en movimiento con la música de instrumentos de viento y me salió el boceto de una especie de alocada Monkees Blues Band. 




Después me pregunté, ¿y por qué no en vez de música, salen de los instrumentos pompas de jabón?, que también tienen que ver con el aire en movimiento y se producen por aire soplado. Mmmm... Así que aislé a uno de los monos tocando una trompeta y sacando pompas de jabón





Pero entonces me acordé que durante el confinamiento vi en una ventana a un niño haciendo pompas de jabón y mirando cómo se perdían por el horizonte. Qué mono, ¿no? Y claro, dos más dos, cuatro. 



Así que empecé a desarrollar la idea de un mono haciendo pompas de jabón. Se producen, como digo, por aire soplado y una vez en el aire son libres de ir donde las lleve el aire. Esta idea de libertad, de ir donde a uno le lleve el aire me parece muy sugerente en los tiempos que corren (anhelada libertad de movimiento), en los que por cierto, nos falta el aire tanto por las mascarillas como por la incertidumbre de qué va a pasar.

La pompa de jabón, además de libre, es frágil ya que puede reventar en cualquier momento. ¿Alusión a los tiempos actuales?

Otra idea sugerente, que además encaja con el logo de la revista, que es circular, es que las pompas juegan con él. El logo puede ser una pompa más. Pero también gravitan en torno al mono como si fueran planetas, los cuales, vaya qué casualidad, "flotan" y se mueven por el aire. 

El monaco, que no se sabe si hace pompas de jabón consciente o inconscientemente, como el burro que sopla y hace sonar la flauta, está a su vez contenido en una pompa de jabón, a modo de burbuja. ¿No estamos todos en una especie de burbuja a causa del puñetero virus que, por cierto y según lo dibuja, es circular?

En un principio, iba a poner al mono de perfil delante de una garita de las murallas, en un guiño a Iruña Sumergida, pero me resultaba demasiado material y agarrado a la tierra cuando la idea era la de algo liviano y flotante, de ahí el fondo blanco. Esto del fondo blanco es importante porque la portada que me salió era oscura como un túnel. 

Las pompas iban a ser azules en plan "feel in blue" pero un día salió un arco iris y me dije, ¿por qué no? No está de mal algo de color en este invierno tan gris. 

Así que un mono haciendo pompas de jabón para la portada de la revista cultural El Mono dedicada al aire en movimiento me parecía algo, no sé, muy mono. De manera que lápiz, tinta, aguada, acuarela, la magia de photoshop y ahí está. 

Nos vemos.